CAPITULO I

Tema: CAPITULO I Mar Nov 03, 2009 11:07 pm

Notas aclaratorias de mi xD

Antes de colgar el primer capitulo, quería dedicar esta historia especialmente a las dos personas a las que fastidie y moleste para que leyeran y me dieran su opinion sobre la trama. Nee chan (Kamu chan xD) y Kay kun, gracias por su paciencia, y por prestarme los personajes. Prometo darles buen uso, jeje.
Otra aclaración, mas bien disculpa de antemano a Amaya chan y Kya chan por usar a Kei chin en la historia. Confieso que era super necesario para darle glamour y distinción. A ver, vamos...una historia de yakuzas y familias de elite sin ore sama...? No way!!
Ahora si...les dejo el primer capi ^^ que comienza con un glosario de terminos. Creanme, es necesario. Yo misma me maree al escribirlo. Quien diría que la yakuza era tan complicada...

Glosario:

Kumicho: jefe supremo
Saiko komon: concejero
Wakagashira: “el número dos” jefe regional
Shateigashira: jefe regional menor
Yubizume: castigo que consiste en amputar la ultima articulación del dedo meñique cuando un miembro yakuza ofende severamente a su jefe. Un hombre sabe que él debe realizar el yubizume cuando su superior inmediato le da un cuchillo y una ristra de tela para detener el sangrado. Las palabras no son necesarias. El origen de esta practica data de la época de los samuráis. Quitar la primera articulación del dedo meñique debilita la mano para sostener la espada.
Oyabun: “papel del padre”
Kobun: “papel del hijo”

CAPITULO I

"Mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca."

“Tenso”. Esa era la palabra exacta para definir el clima que reinaba en el amplio recinto de paredes de papel y madera. La habitación rectangular representaba el estilo clásico japonés, donde la austeridad y simplicidad predominaban por sobre los demás estilos. El mobiliario era mínimo y reducido a su mínima expresión. El tatami de color ocre, sólo albergaba en el centro una mesa baja rectangular. Sobre la mesa, una daga con magno de marfil apoyada sobre un paño de terciopelo negro y un cuadro de la diosa del sol, Amaterasu, sobre una fuente de madera de cedro rojiza y pulida.

A uno de los costados, se encontraba un brasero de hierro forjado, con brasas al rojo vivo en su interior. De cada lado de la mesa, arrodillados con ambas manos en la cintura, la espalda derecha, enfrentados, se encontraban dos hombres. La mirada fría y el rostro severo, parecían cortar el aire con la respiración pausada y mínima de cada uno.

Alrededor de ambos, varias personas, todos hombres de distintas edades, observaban la escena en silenciosa expectativa. En prolija hilera sobre el borde del tatami, ninguno siquiera pestañeaba, tantas eran las ganas de no perder detalle alguno de la ceremonia.

-Oye, Kenya, ¿esto es necesario?-preguntó un joven pelirrojo al castaño que tenía al lado en apenas un audible susurro
-Claro que si Kintarou. Recuerda que él no es de la familia, debe jurar lealtad al kumicho-respondió casi sin mover los labios.
-Pero...-el pelirrojo parecía confundido-¿la ceremonia no es para los “iniciados”? Este tipo ya pertenecía a...
-Este “tipo”...será el nuevo wakagashira, Kin chan..te aconsejo que a partir de ahora, te refieras a él con algo más de respeto.

Tanto Kenya como Kintarou, bajaron la mirada hacia el suelo casi instintivamente, al sentir la voz de joven que parecía haber salido de la nada. Kamui se permitió una sonrisa tenue antes de avanzar hacia los dos hombres que permanecían en silencio en el centro. Una vez a su lado, su rostro se endureció carente de expresión o sentimiento alguno. Miró a ambos a los ojos para luego concentrarse en los iris dorados del pelirrojo. Kamui tomo la daga con su mano derecha y lentamente extendió la izquierda en dirección al chico.

-Atobe Seths Kaizen-comenzó el morocho en tono pausado. El aludido se acomodó casi de modo imperceptible, mientras cada fibra de su cuerpo se tensaba cual cuerda de violín- has elegido formar parte de nuestra familia ¿sabes lo que ello conlleva, cierto?

Como respuesta, el chico solamente se dignó a asentir en silencio, sin quitar la vista de la persona que tenía enfrente. El morocho continuó con el mismo tono pausado.

-Has decidido renunciar por tus propios medios a los lazos y obligaciones que te ataban a tu antigua familia y has sido acogido por el “kumicho” en el seno de la nuestra. Como única retribución se te pide que jures lealtad absoluta e incondicional al señor Tezuka, por encima de toda norma y precepto. Nuestra familia, es ahora tu familia y tu sangre esta entrelazada con el destino de los nuestros. Tus hombres serán tus hermanos y el señor será tu “oyabun”. Su vida debe ante ponerse a la tuya. Respiras, duermes y caminas por y para el señor. Le debes tu mas absoluta devoción.

Nuevamente, el pelirrojo asintió en silencio.

-Atobe Seths Kaizen. Extiende tu mano- el pelirrojo miró al chico unos años menor que el con algo de recelo disimulado, pero nada escapaba a la atenta y sagaz mirada gris de Kamui-tranquilo...-dijo por lo bajo-prometo que dolerá menos que la “yubizume”...

Por apenas una fracción de segundo, los ojos dorados destilaron una sombra de orgullo herido. Extendió la mano con seguridad y firmeza. El morocho tomó la punta de la daga y realizó un pequeño corte en la palma de la mano del chico. Kaizen ni siquiera pestaño. Kamui, sonrió de lado y cerró el puño del chico con fuerza, ejerciendo presión para que la sangre comenzara a correr por los pliegues de la piel y los dedos.

-Esto simboliza tu juramento de lealtad hacia los nuestros, no lo olvides nunca o nosotros te haremos recordarlo...

El castaño de lentes que permanecía frente a Kaizen sin decir palabra, extendió lentamente su mano y tomó la del chico con fuerza. La guió hacia arriba del pequeño cuadro, obligando que las tibias gotas del liquido rojo cayeran sobre la imagen.

-Yo, Tezuka Kunimitsu, “kumicho” de la familia, acepto tu juramento y te acepto como “kobun”. Que el apellido Atobe permanezca en tu nombre, para recordarte a quienes dejaste y por quienes te has comprometido-sin decir más, con un movimiento rápido, llevo la palma de la mano del chico hacia la imagen, y con ella esparció por completo el liquido, tiñendo de rojo carmín el retrato.

Una vez que esto estuvo hecho, Kamui tomo la bandeja que contenía el cuadro y se la entregó a Kaizen.

-Sostén esto con tus manos- luego, con un brasero de hierro, tomó una de las candentes brazas y la soltó sobre la imagen. Casi inmediatamente, el género comenzó a arder, desprendiendo una llama de color naranja azulado. Kaizen permaneció estoico hasta que el cuadro se consumió por completo.

-Ya está hecho.

En la habitación, se sintieron los suspiros de relajación unísonos de la mayoría de los miembros presentes. Kamui alzó una mano para callar al barullo inminente y palmeó dos veces. Por una de las puertas traseras, un hombre mayor entró con una bandeja de oscura madera. Se colocó del costado contrario del brasero y comenzó a preparar los ingredientes de lo que sería el cierre del pacto de Kaizen con la familia Tezuka.

El anciano sacó una pequeña botella de sake y mezclo dentro escamas de pescado y sal. Volcó parte del contenido en la taza para el kumicho y un poco menos para la taza de Kaizen. Ambos alzaron los recipientes al mismo tiempo y bebieron un sorbo. Luego, intercambiaron las tazas y repitieron el proceso.

Kunimitsu se puso de pie y miró a Kaizen desde la altura.

-El compromiso con la familia ha sido sellado. Ante mis ojos yace el nuevo wakagashira.

Murmullo generalizado se escuchó en el recinto. Haciendo caso omiso, Kunimitsu realizó una pequeña reverencia y giró para abandonar el salón.

-Ya puedes ponerte de pie, Atobe-Kamui sonreía ahora de oreja a oreja casi de forma burlona-ahora viene la parte divertida.

No había terminado la frase cuando de otra puerta, entraron varias mujeres con bandejas con comida y más sake. Los hombres comenzaron a reír, relajándose por primera vez desde que empezara la ceremonia. Kamui indicó con la mano un espacio vacío.

-Siéntate con tus hombres. Ahora, ellos son tu familia-clavó su mirada gris en el chico-disfruta de un buen sake, una buena comida y deliciosas mujeres por esta noche.

Kaizen se quedó en silencio viendo como el morocho se alejaba y desaparecía por donde minutos antes había salido del kumicho. Por su mente pasaron flashes de los últimos días y el cambio en los acontecimientos. Se preguntó por enésima vez si había tomado la decisión correcta y trató de evaluar las repercusiones que eso traería para la gente que conocía. Especialmente para ella. Sus cavilaciones se vieron interrumpidas por el tacto de una mano sobre su hombro.

-Wakagashira sama...-un joven de cabello castaño le sonrió-permitame darle la bienvenida. Soy Shiraishi Kuranosuke, uno de los shateigashira de la familia, y a partir de ahora, a sus órdenes

-Shiraishi san...-atinó a decir el pelirrojo. En seguida le llamó la atención el extraño vendaje del chico en el brazo-agradezco su saludo.

Una mujer de belleza exuberante se acercó a ambos, ofreciendo dos tazas de sake, además de un llamativo escote.

-Ahora brindemos-Shiraishi tomó una de las tazas y se la ofreció a Kaizen-y disfrutemos la noche que apenas empieza-alzó su taza a modo de saludo y vació de un solo movimiento el líquido en su garganta. El pelirrojo repitió la acción sin dudarlo.

Horas más tarde, se encontraba recostado sobre unos almohadones de raso importado, con dos mujeres a cada lado, acariciándolo y terminando de quitar del medio su ya de por sí escasa ropa. Lo último que recordó el chico fueron las risas del ambiente, el sake en su garganta y un aroma a jazmín invadiendo sus fosas nasales...solo que ninguna de las mujeres del lugar olía de esa manera....

*++*

Kamui cerró la puerta del estudio detrás de él. Una vez dentro, se concentró en la figura estoica que estaba parada al lado de la ventana, mirando hacia el jardín iluminado por los rayos de la luna.

-Te lo preguntaré una vez mas...sólo porque soy terco como mula...-dijo sonriendo de lado-¿estás seguro de lo que acabas de hacer?

Kunimitsu asintió en la oscuridad de la habitación antes de hablar.

-Agradezco tu preocupación, pero si no estuviera seguro, sencillamente, no lo hubiera hecho.
-No lo dudo, solo que me veo en la obligación de preguntar si has tenido en cuenta las repercusiones que esto puede llegar a tener...
-Sí, lo hice. Detenidamente y lo sabes-Kunimitsu giró levemente la cabeza y fijo su vista en Kamui detrás de las gafas-y aun creo que es más lo que se gana que lo que se arriesga. Por supuesto, tu rol de saiko komon no te permite dejarme tranquilo ¿verdad?
-Sólo en parte-se acercó lentamente y se sentó en el amplio sillón que dominaba la estancia-y en parte reconozco que no confío en el chico 100%.
-¿Por qué es un Atobe?-pregunto el kumicho alzando una ceja
-No, porque es él. Porque es una Atobe que dejó a la familia. Porque no entiendo por completo sus razones y eso no me gusta-dijo esto último frunciendo levemente el ceño
-¿Desconfías por no entender?
-Por supuesto, pero también reconozco que es mejor tener al muchacho cerca-a Kunimitsu le causó gracia como el chico se refería a Kaizen como si se tratara de alguien menor, cuando era más que evidente que el pelirrojo le sacaba a Kamui algunos años de ventaja-y admiro tu piedad al acogerlo dentro de la familia, pero...¿“wakagashira”? ¿No es demasiado?
-No es piedad. Esas cosas no me interesan. Pero si quiero tenerlo cerca-volvió a mirar hacia el jardín-no dudo de su decisión por abandonar a su primo, pero también soy consciente que ahora lo moviliza principalmente el odio y la sed de venganza. Un hombre movido por esos sentimientos únicamente, se convierte en alguien inestable y peligroso. Reconozco el potencial de Kaizen. Solo necesita una guía para encauzar su ira.
-Nuevamente, tu motivación tiene fundamentos nobles, aunque sospecho que algún rédito sacarás de ello-Kamui sonrió algo perversamente, cruzando una pierna por encima de la otra-pero me pregunto si sabes que no a todos en la familia les gustó tu decisión...
-Lo sé...
-Incluso el más leal de los hombres puede volverse en contra si cree que se mancilla un ideal...
-También lo sé...
-Y odio recordártelo, pero no es la primera vez...¿Kenya Oshitari?
-Kamui-suspiró algo enojado-¿piensas recordarme todas las decisiones que tomé últimamente?
-No-se levantó de la silla y se dirigió hacia la puerta- sólo las que creo que merecen ser recordadas...

Sin decir más, el joven morocho salió de la habitación dejando a oscuras al kumicho. Tezuka sonrió en silencio y se permitió perder su mirada en la negrura que reinaba afuera.

-Atobe Kaizen...-una mueca similar a una sonrisa curvó sus labios-no creo que te esperes ésta, Keigo...te golpearé donde más te duele....

*++*

Tema: Re: CAPITULO I Miér Nov 04, 2009 6:20 am

xD Leido de nuevo... me gusto otra vez ^^

Mas que genial ^^

Gambare !!

Tema: Re: CAPITULO I Miér Nov 04, 2009 6:27 am

Atobe: --.--. Un traidor eh? Lo mandare hacer sepuko...

Kya: xD Que bueno.. de verdad... ^^

Tema: Re: CAPITULO I Miér Nov 04, 2009 7:36 am

Omg!!! Hikaru-chan esta muy interesante la historia
cuando lei que tenia que ver algo con Yakuzas, me intrigo demasiado,
pero me dejo mas intrigada el porque Kay, dejo de pertenecer a la familia Atobe xD
te quedo muy bien este capi, espero con ansias el siguiente ^-^

Tema: Re: CAPITULO I Sáb Nov 07, 2009 2:49 am

Wooow Hika-chan!!!!
Realmente esta hitoria se ve interesante!!!
Quiero seguir leyendo!!
Me fascina como relatas!
Haces que sea tan simple de entender cosas complicadas y de imaginarse cada movimiento y situación.
Simplemente genial!!
Voy por el segundo xD

Tema: Re: CAPITULO I Miér Ago 04, 2010 2:01 am

Hika-chan!!! Está re-buena la historia, créeme que al inicio los nombres me mareaba y regresaba nuevamente al glosario para saber qué demonios significa, me encanta tu historia
sobre todo por el GRAN trabajo de investiganción del tema y logrando una historia simplemente real...
Hika-chan!!!!!! me encanta la descripción, la trama, todo...
Y... puedo notar la influencia de Wilbur jejeje xDD
Pero... no me dejes en ascuas y continua los capítulos!!!!!!!!
o... ~~el Kumicho~~ se molestará muuucho!!!!!

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