Chapter Ten: Taisuke Niou
Estaba temblando.
Literalmente temblando.
Por los nervios.
No me había sentido así desde que Keiichi Subaru me había retado a besar en la boca a la directora de su colegio en el baile de graduación al que me había colado.
Pero esto era peor.
Temblaba, me sudaban las manos, no podía estarme quieto…
“Ya basta, Taisuke!” Soltó Mae, parada a mi lado, y golpeándome en el brazo con fuerza. Cada vez que lo hacía, fingía no sentir nada. Pero por kami, la pendeja sabía golpear! Si no se me había hecho un moretón todavía era porque mi piel no se marcaba con tanta facilidad.
“Mae, no ves que está nervioso?” Intercedió la pelirroja a mi favor, frunciendo el ceño. Nika era el tipo de chicas que inspiran protección, pero no entendía por qué. Sus ojos grandes y brillantes, o su cabello ondeado, o su estatura…
Su amiga, la rubia, Itoe, parecía necesitar más protección que la salvaje pelirroja, pero ella, en cambio, me inspiraba… fascinación. Estaba fascinado con ella y era difícil ocultarlo. Podía ocultar el dolor de tener abierta la mano de lado a lado, pero no la necesidad de mirarla que me inspiraba.
“Pues que se comporte como un hombre! Taisuke! Sé un hombre!” Ordenó Mae, golpeándome en la nuca para llamar mi atención.
“Ow, Mae!!” Me quejé.
“O te apuras, o la colorada y yo nos vamos.” Sentenció.
Zaizen, que había aceptado bajar con nosotros tres hasta el edificio de oficinas en el que estaba mi hermano, bufó con hastío, y se adentró primero. “Maduren de una vez.” Sentenció. “Dónde está?”
“En el primer piso.” Respondí algo atontado, siguiéndolo.
Yo no era así en realidad.
Pero no veía a mi hermano desde que había ido preso por primera vez. Al parecer, Masaharu no podía tolerar tener un hermano como yo, o algo por el estilo, y me había dado la espalda completamente, mudándose a Yokohama sin siquiera despedirse.
Ya había pasado mi etapa infantil de odiarlo por eso. Era inútil odiarlo. Y sin embargo…
Tan pronto lo tuve frente a mí, pálido, con un corte profundo en la mejilla con sangre reseca alrededor, apoyado en la pared de las escaleras, listo para bajar seguido de dos chicos más, mi reacción fue tan espontánea que no tuve tiempo de detenerla.
“Itai, imbécil!!” Se quejó desde el suelo en donde había caído cuando le había asestado una trompada en pleno rostro. No tardó en reaccionar, y pronto estábamos luchando con cuerpo y alma en el suelo, tratando de hacer cuando daño fuera posible.
Escuché a Nika dar exclamaciones preocupada, y a Mae intentar detenernos a los golpes, pero nada funcionó. Hasta que, paulatinamente, gradualmente, dejamos de pelear y yo empecé a llorar.
No había llorado desde los 11 años, cuando mi hermano mayor, mi ídolo, se había ido a jugar las nacionales en su segundo año de secundaria alta sin despedirse porque habíamos peleado la noche anterior. Ese fue el momento en el que decidí que no sería así. Eso, y cuando abandonó en llantos a una de sus primeras novias importantes.
Masaharu no tenía tacto, en absoluto, y tampoco se caracterizaba por interesarse particularmente por la forma en sus palabras afectaban al resto del mundo.
“Ya…” Dijo mi hermano quedamente, palmeándome la espalda incómodo. Estábamos tirados en el suelo, y yo no podía parar de llorar. Me sentía un niño nuevamente, y en parte lo era. 18 años apenas si se consideraba la adultez.
Nos separamos después de un rato, incorporándonos algo maltrechos. Si había algo que los Niou teníamos en común, era que sabíamos dónde y cómo golpear.
Nika fue la primera en acercarse, la única a la que no le importaría destruir un momento familiar cuando ambos estábamos sangrando, y la única que se preocuparía lo suficiente.
“Están bien?” Preguntó, ayudando a mi hermano a levantarse. Yo me apoyé contra la pared, agotado, y Mae se acercó.
“Crío, eres un idiota.” Sentenció, pero pasó mi brazo pro su cuello para ayudarme a terminar de bajar las escaleras. Nika se encargó de Niou junto con Zaizen, creo, y los otros dos, todavía sorprendidos con la escenita, los siguieron lentamente, como en estado de shock.
“Oye, Mae?” Preguntó, limpiándome el rostro con el dorso de la mano.
“Qué sucede, crío?”
“Gracias.” Sonreí de lado. La morocha me miró con el ceño fruncido, pero sonrió finalmente.
“Ya.” Dijo solamente, pero sonaba divertida.
La situación en la que nos encontrábamos no nos daba tiempo para ningún tipo de socialización fuera de los perímetros de la camioneta, y por eso nosotros subimos rápidamente en la camioneta. Mae, Zaizen, uno de los acompañantes de mi hermano, que reconocí como Rin Hirakoba, uno de los rivales mi hermano cuando estudiaba en la secundaria, y yo mismo nos subimos al asiento trasero, algo incómodamente porque éramos demasiados. Y Nika, mi hermano, y el que resultó ser su mejor amigo, Hitoshi, subieron a la parte del baúl, que era demasiado grande y podía albergarlos a todos más Chitose con comodidad.
Itoe nos miró entre sorprendida y asustada al vernos cerrar la puerta todos. Sus ojos bonitos se pasaron de mi rostro, al de Nika, y al de Masaharu, y luego al de Rin y al de Hiroshi.
“Están bien?” Preguntó con preocupación.
Estaba por responder que sí, que no debía preocuparse, cuando Nika respondió por mí. “Sí, nada es necesario de que te molestes, I-chan.” Sonrió, apretando su mano contra la mejilla abierta de mi hermano.
Podía ser que no lo hubiese visto en casi un año, pero lo conocía lo suficiente como para saber que parte de su apariencia débil y necesitada era sólo producto de lo mucho que le gustaba ser atendido por chicas bonitas.
Bueno… Porque lo conocía, y porque lo vi desviar sus ojos más de una vez al pecho de la pelirroja.
Decidí intentar lo mismo, aprovechándome de mis ojos y mi labio que ardía, y miré a Itoe con expresión de perrito mojado. Casi sonreí cuando la vi sonrojarse. “I-chan…” Dije despacito, inclinándome hacia delante como si estuviera mareado. “No me siento tan bien… Me golpeé la cabeza contra la escalera…” Pucherée.
No necesitó mucho más para entrar en Doctor-Mood, y rápidamente arregló todo para que Mae se moviera a su lugar delante, y ella ocupara el de la morocha. Gris estaba frente al volante, mirándonos divertida.
“Dime dónde te duele.” Ordenó con su voz demasiado dulce para ser de doctora. Puso sus dedos sobre mi cabeza, tocando suavemente diferentes puntos. “Se te cierran los ojos?” Insistió. Yo sonreí, arrellanándome como un gato contra la chica. Ahora que lo mencionaba…
“Taisuke!” Soltó Mae casi violentamente, y yo abrí los ojos, sin darme cuenta de que los había cerrado.
Itoe sonrió, tratando de contener la risa. Quizás había más de una razón –como que las dos estaban buenas- para que fueran amigas. “No tiene una contusión. Está… fresco como una lechuga.”
Detrás nuestro, Nika soltó una carcajada.
“Cómo hace para reírse en esta situación?” Preguntó el rubio Rin, alzando una ceja, pero no la estaba acusando de falta de interés.
“Es algo natural.” Explicó Mae. “Es algo en la camioneta.”
“Exacto. Seguramente ya vas a estar riendo.” Ofreció Itoe sonriendo, y luego se volvió a mí. “Ahora, puedo saber qué sucedió?”
“Yo te voy a decir lo que pasó!” Exclamó Niou desde atrás, junto a Eimi. “El enano molesto me atacó completamente de la nada. Yo estaba ahí, feliz de ver a mi hermanito, y el desgraciado me atacó!” Se quejó, sonriendo de lado.
“Ay, seguro hiciste algo.” Rebatió Nika.
“Eso!” Apoyé yo. “Es un idiota.” Sentencié.
“Acá yo soy el que está herido.” Dijo Masaharu en su tono estudiadamente lastimoso. Era casi cómico la cantidad de chicas que cayeron ante eso y una caída de ojos.
Oh, bien… Ya perdimos a la colorada…
Pero para mi GRAN gigantesca sorpresa, la chica sólo se rió. “Si estuvieras tan herido, no hubieras podido casi concusionar a tu hermano, ne?”
“No está concusionado.” Puntualizó Itoe.
“Aaaaay, pero me siento tan mal!” Exclamé, arrojándome a sus brazos. Me acurruqué en el pequeño espacio designado a mi persona –más bien a mi trasero- y apoyé la cabeza en su falda.
La chica se sonrojó, pero no me apartó como temí que hiciera. Y sí, en momentos como ésos era fantástico ser todavía un casi niño. No me costó mucho cerrar los ojos, y poco después, me había dormido.
Tema: Chapter Ten: Taisuke Niou 
Mar Mar 24, 2009 4:54 am
