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 Todo por una sonrisa (Fuji Syusuke)

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Gris
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Gris


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Escuela : Todo por una sonrisa (Fuji Syusuke) Rikkaidai
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Tu personaje de Tenipuri: Nioh Masaharu
Tu Prince or Princess: Fuji Syusuke

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MensajeTema: Todo por una sonrisa (Fuji Syusuke)   Todo por una sonrisa (Fuji Syusuke) Icon_minitimeLun Ago 16, 2010 9:28 pm

Todo por una sonrisa



- ¿Qué? – la muchacha dudó unos segundos pero no pudo evitar formular la siguiente pregunta -. ¿Yo le gusto a Fuji Syusuke? - la sorprendida voz retumbaba dentro de la pequeña habitación del cuarto de limpieza de la Seigaku…

… Pero que luego se arrepintió de preguntar.

- Así es, ¡Nya! ¿No es genial, Gris-chan? ¡Nya! - la voz entusiasta de Eiji Kikumaru, de hecho demasiado entusiasta, hablaba seguro de ello con una sonrisa de oreja a oreja -. ¿Verdad que lo dijo, mi Kumi-chan?
- Sí - afirmó secamente la aludida castaña quien por cierto estaba cruzada de brazos y el ceño fruncido y que vestía el uniforme escolar. El malhumor se dejaba notar en su expresión. Gris arrugó la frente.
- Y… ¿Qué se supone que debo hacer? A mi no me gusta - habló la chica conocida por Ootori Gris, muy segura de eso.

Sí, efectivamente auto convenciéndose de ello, que era de lo más sencillo. No había tiempo para el arrepentimiento. Ella era una chica fría, tan fría como un témpano de hielo. Además era una chica simple, así lo pensaba, tenía el cabello negro azabache, eso si, muy bien cuidado, con unos ojos cafés profundos y los labios sonrosados. De contextura normal. Así que no era de las del tipo Fuji Girl.

- ¿Qué? Si hacen una pareja adorable ¡Nya! - Kikumaru abrazó a su compañera Ootori con demasiada emoción.

Kurumi le lanzó una mirada asesina a su novio acróbata. Ya le daría su merecido en cuanto estuvieran lejos del pequeño cuartucho de limpieza y principalmente de la molestosa Ootori. Gris en cambio, se encogió de hombros visiblemente incómoda y tratando de zafarse del agarre del pelirrojo.

- ¿Bromeas? No me gusta su sonrisa, es más… ¡Detesto su odiosa sonrisa! esa es una razón por la cual no andaría con Fuji Syusuke – soltó la muchacha en su estupor -. ¿Entendiste? – le apuntaló un dedo índice -. ¡Y Kurumi controla a tu Neko! - se quejó ella notoriamente fastidiada. Esto era el colmo de los colmos. Era una broma del destino ¿verdad?

¡Maldito Eiji! Y… ¡Maldito Fuji!

Kurumi Shirai curvó los labios en son de disgusto total. Cuanto odiaba que Eiji abrazara a las demás muchachas y sobre todo que la capitana del equipo de tenis femenino del Seigaku le dijera lo que tenía que hacer, lo que debería hacer, como si fueran sus empleados.
Gris se hartó de las palabras de Eiji que querían convencerla de todo lo contrario. Kurumi no quiso interrumpir se quedó parada cruzada de brazos.

- ¡YA EIJI! ¡SUÉLTAME! TE HE DICHO QUE NO ME GUSTA FUJI SYUSUKE Y QUE ODIO SU MALDITA SONRISA, AHORA…
- ¿No te gusta mi sonrisa?
Una calmada voz interrumpió la discusión de Gris y Eiji.
Fuji Syusuke mantenía dibujada su enigmática sonrisa. Gris al escuchar sus palabras se paralizó de golpe.

“¡Dios mío!” expresó mentalmente “¡Demonios!”
Al tiempo que evaluaba que no podía decir Dios con Demonios sin entrar en pánico.

No podía ser cierto, él la había escuchado. Volteó despacio para luego verse absorbida por unos ojos zafiro que la miraban profundamente y sus ojos cafés se perdieron en ellos como nunca. Kikumaru notó la tensión entre ambos así que la mejor decisión fue tomar a Kurumi de la mano y llevarla del lugar cuidadosamente, de puntitas, sin hacer bulla para que ellos se quedaran solos y no interrumpirlos. Kurumi iba quejarse pero la flexibilidad con la que respondía su cuerpo ante el contacto del pelirrojo la obligó a callarse y salió a regañadientes.

Gris y Syusuke seguían en su guerra de miradas casi empatadas. No se dejaban de mirar. Ella lo miraba con resentimiento, un poder de odio y frialdad general, realmente practicada para este tipo de situaciones. Él la miraba con algo… bueno, no se podía definir, entonces sólo la miraba. Ok?

Ootori Annika Gris había vivido su vida o lo que recordaba, enamorada de Syusuke Fuji, desde que lo vio por primera vez en un torneo de tenis y eso era como cuando tenían seis años, claro, después pensó que quizá él sentía lo mismo. Gravísimo error tratándose de Fuji Syusuke.

Él la veía como una chica loca y de personalidad apasionada, pero jamás se le cruzó por la mente que ella podría ser fría cuando quería… y que le dolía cuando ella era así con él. Así se dio cuenta que de verdad le había agarrado cariño a la chica debido a su cercanía. Recordó entonces que cometió la estupidez de decirle que era una,… una amiga, que sólo la veía como una amiga cuando Gris en su ataque de locura le había confesado que le gustaba. Eso había sucedido hacía como medio año.

Ootori aún seguía dolida por eso y se había hecho la idea de ya no quererlo más, sí, de que ya no le gustaba más, e incluso había decidido odiarlo, y había encontrado muchas razones para hacerlo. Todo lo que antes amaba de él, ahora lo odiaba, fácil ¿no?
Realmente así lo pensó ella.
Y… bueno, desde ese momento había decidido ignorarlo y hasta andar diciendo que lo detestaba a cada momento a su propia conciencia.
Fuji por su lado no había encontrado eso tan malo, la quería como una amiga, y pensaba que su malestar se le pasaría en cuanto ella conociera a algún que otro chico, pero desde que la vio coquetear con ese tal Oshitari Yuushi del Hyotei sintió una punzada de celos, y se preocupó de que a Gris le gustaran los ‘tensai’, fue ahí donde se había dado cuenta que la quería en serio.
Ahora, en aquel cuarto, sus ojos azules profundos se abrieron para observar a la Annika Ootori que tenía para él como hace medio año o lo que quedaba de ella.

*+*

- ¡Eiji! – soltó la muchacha asustada -. ¿Qué hiciste? - reclamó Kurumi sorprendida intentando absorber lo que acababa de presenciar.
- ¡Ups! - el pelirrojo esbozó una sonrisa y se encogió de hombros.
- ¿Cómo que ups? Gris nos va a matar, ¿entendiste, entendiste? - gritó desesperada Kurumi zarandeando al pelirrojo.
- Kumi-chan ¿Metí la pata? – preguntó un inocente pelirrojo.
- Sí, literalmente sí, ¿Cómo se te ocurre patear la puerta? ¿Cómo? Y encima esa puerta no se abre, no se abre Eiji, ¿Y ahora? – Soltó la muchacha castaña demasiado enojada -. ¡Bien! Vamos a buscar,… es decir, vamos a pedir la llave.
- Pero ¿No crees que esos dos se tienen que arreglar? - lo miró con ojitos abrillantados imaginándose lo maravilloso que sería ser el partícipe de haber unido una pareja como todo un celestino.
- Eiji, sé que ellos se tienen que arreglar pero ¿Y si eso no sucede? Ella nos va a matar, eso es seguro – replicó Kurumi ahora completamente molesta y un poco asustada.

Después de todo era su capitana de tenis, no quería correr el riesgo de correr cien vueltas a la Seishun Gakuen cargando a Kikumaru muerto. No. Eiji iba a contradecir pero la mirada de la chica lo obligó a asentir y seguirla escaleras abajo.

*+*

Gris, ante el chirrido de la puerta, a duras penas pudo reaccionar. Se acercó a la puerta intentando abrirla sin resultado alguno y cayendo en cuenta de que era irónica la idea de… escapar porque ilógicamente había quedado encerrada con… ¡Fuji Syusuke!
Fuji la miraba divertido desde donde estaba. Parecía adorar verla alterada intentando por todos los medios abrir esa maldita puerta… un brillo de malicia cruzó por el rostro del chico.

Mientras que ella pensaba que sentirse tan solo encerrada allí con él e inclusive con poca luz, era como un castigo divino por no ir a misa. Sí, era algo de lo que no podía soportar porque, a pesar de todo, de que negara sus sentimientos, se sentía intimidada estar en el mismo lugar que él. Era la sensación más aterradora que había sentido jamás.

- Lo siento… Nika-chan- dijo él sin inmutar su sonrisa, muy divertido al ver la expresión de Gris quien volteaba con un rostro sumamente asustado… pero que ella no percibió. La chica respiró profundo, tomó una bocanada de aire y balbuceo varias veces antes de hablar.
- Supongo que no es tu culpa, pero yo lo mato, Eiji me las va a pagar – aseguró Annika serenándose un poco, pero sólo un poco, evitando mirarlo cuando se percató del detalle “¿Nika-chan?” soltó su mente un tanto molesta y frunció el ceño inconcientemente “¿El muy maldito me quiere hacer enojar?”

Se concentró ahora en una lata de quien-sabe-que-cosa que estaba sobre un estante.

- No, es que no me comprendiste - dijo él acercándose a ella maliciosamente.
- ¿¡Qué!? ¡Ahora soy tarada! - se indignó ella retrocediendo unos pasos. Frunciendo el ceño con un atisbo de rabia en los ojos.
- No, no dije eso - se acercó aún más sin inmutar su sonrisa.
- Bueno, no-no importa - se sentó de golpe al ver que ya no podía retroceder más y odiándose por haber titubeado y sentirse intimidada.

Se acurrucó en sus piernas, las abrazó fuerte, demasiado que dolía. Después de todo, sentía frío aunque el lugar era muy acogedor. Tal vez en otras circunstancias hubiera estado a gusto, pero ahora no, sentía que él se iba a vengar por haber dicho que odiaba su hermosa sonrisa. Así era Fuji para ella, vengativo.

- Ojalá que Kurumi regrese pronto – pensó en voz alta soltando un suspiro.
- ¿No te gusta estar aquí conmigo? - se sentó Syusuke al lado de ella sin permiso.
- ¿Bromeas? jamás me gustaría estar en el mismo lugar que tú… en estas… condiciones - se encogió más pero sin perder la conexión visual que tenía ahora con el ‘genio’ de Seigaku.

Fuji Syusuke la miró serio y Gris Ootori sentía que esa mirada que le aceleraba el corazón y la hacía estremecerse y que la hacía entrar en un estado nirvana y que… estaba demasiado, muy sospechosamente demasiado cerca de ella y que por eso desvió la mirada hacia cualquier punto interesante del suelo.

- Eso no era lo que me dijiste hace medio año - habló él pícaramente sólo para molestarla un poco porque adoraba por ratos sacarla de quicio.
- No te creas la última Coca-cola del desierto Fuji – le escupió ella con recelo, el dibujó la sonrisa de siempre -.Es que no te haz dado cuenta que no estaba en mis cabales y lo dije para… molestarte – inventó -. No debes tomar en serio lo que digo… suelo ser molesta. Créeme.- dijo ella levantando la mirada a los zafiro de él nuevamente.
- Eso mismo es lo que hago, entonces,… - se detuvo unos segundos -. ¿Me dirás por qué odias mi sonrisa? - preguntó ahora acercándose más a ella.
- Porque es odiosa, ¡Es todo! - se auto convenció, que digo argumentó -. Y… quiero que dejes de andar por allí diciendo que te gusto y esas cosas porque me estás hartando… Haces que los chicos se alejen de mi… idiota.

Fuji iba a soltar una risita divertida porque justamente eso era lo que hacía realmente. No iba a perdonar a ningún impertinente que intentase robarse a su chica y… se lo había hecho saber a media Seigaku con el dejo de malicia y ayuda de Inui Sadaharu.

- Lo siento – volvió a decir el ‘genio’ y ella odió sus disculpas, por que por un momento pensó que él se había interesado en ella. Frunció el ceño antes de recostar su cabeza en sus rodillas dándole la espalda.
- ¡Ya cállate! - chilló ella mordiéndose la lengua para no largarse a llorar.
- Aún no me entiendes - dijo él poniéndose frente a ella arrodillándose para poder alcanzarla y con ambas manos la obligó a que lo mirara a los ojos.

Ella levantó su cabeza casi automáticamente en cuanto sintió el contacto del chico. Se notaba el brillo de sus ojos que evitaban que las lágrimas salieran, totalmente mortificada y asustada pero él quitó unos mechones de cabello que impedían ver mejor su hermoso rostro angelical acariciándole.

- ¿Qué quieres? - se quejó ella mirándolo tristemente a los ojos -. No tienes que decirme nada, fuiste demasiado claro. Así que no me jodas.
- Quiero… decirte que mis disculpas fueron porque no te dije antes que estoy enamorado de ti y eso fue justo casi cuando te fuiste de mi…

Escuchar sus palabras no la dejaron pensar.

- ¿Eh?

Intentó hablar pero no le salieron palabras, luego organizó sus ideas y aún manteniendo su barrera hacia él decidió que era demasiado irónico lo que le decía.

- ¿Es una broma, Syusuke? Debe ser, porque no sé, es una venganza o algo así, por lo del agua que te vacié en la cabeza pero es que me… - Syusuke tuvo que callarla, y no encontró mejor forma que besándola. Gris parpadeó unas veces antes de cerrar sus ojos.

Fuji sintió los labios suaves y dulces de ella en los de él y entonces ella al fin dejó caer su barrera que tenía para él. Como cuando empezó a besarla e hizo lo que haría cualquiera al estar cerca de Syusuke Fuji, claro, cualquiera en estado NO racional, entrelazar sus brazos por el cuello y apretarlo más contra ella y él la rodeo por la cintura y en un acto inconciente se pusieron de pie aún besándose como si lo hubieran querido desde hace mucho, cosa que era muy cierta,…

Lo seguro fue que ellos no hubieran querido salir de allí.
“Estúpido Eiji, lo odio, lo odio, lo odio” pensó Gris cuando éste abrió la puerta.

- ¡Hoi, Hoi! – se escuchó emocionadísimo el pelirrojo.
- Yo lo mato… - una mirada asesina se posó en los ojos gatunos del chico Kikumaru.
- ¡Ups! – fue lo que logró decir el chico con una mirada de terror hacia Kurumi -. ¿Volví a meter la pata?
- Hasta el fondo - indicó Kurumi, pero este no la escuchó ya que salió disparado de la habitación, detrás salía una Gris totalmente furiosa y armada con una escoba.
Syusuke sonrió divertido ante la escena. Nunca más iba a estar lejos de ella y todo por una sonrisa.


Gris ~

Y... No me culpen por escribir sobre Fuji Syusuke, es que soy obsesiva xDD
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MensajeTema: Re: Todo por una sonrisa (Fuji Syusuke)   Todo por una sonrisa (Fuji Syusuke) Icon_minitimeMiér Ago 18, 2010 7:11 pm

Holitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Me encantó la historia, fue muy emotiva.
Seguro que Gris-chan lo pasó mal cuando Fuji le dijo que la quería tan solo como amiga. Neutral
Menos mal que las cosas se arreglaron entre Syusuke y Gris. Very Happy
Y pobre Eiji-kun al parecer lo fastidiaba todo y lo peor de todo es que al final lo persiges con una escoba en la mano. Shocked Pobrecito. Sad
Me gustó leer la historia.
nos vemos.
Adiositooooooooooooooooooooooo!!!
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